A pesar del enfoque temprano en las terapias de trasplantes hematopoyéticos, en los últimos cinco años, se ha producido un claro giro hacia la medicina regenerativa.
En la actualidad se estima que 1 de cada 3 personas se beneficiarán alguna vez a lo largo de su vida, de estas terapias usando las células madre del cordón umbilical que conservaron en su día.
Cells4Life continúa defendiendo la conservación y almacenamiento de las células madre debido a las increíbles ventajas que ofrecen las terapias con células madre.
Autismo, Enfermedades cerebrales, Derrame Cerebral, Parálisis cerebral, Reparación de médula espinal, Esclerosis múltiple, Enfermedad de Huntington’s, Alzheimer, Parkinson
Osteoartritis, Reumatismo, Huesos
Lupus, Enfermedades de injerto contra huésped, Enfermedad de Crohn
Infarto de miocardio
Enfermedad de células falciformes
Diabetes Tipo 1
Con la sangre que queda en el cordón umbilical tras el parto se pueden hacer tres cosas: Donar la sangre de cordón a un banco público, guardarla para uso privado en el propio niño o un familiar (habitualmente, un hermano), o simplemente tirarla como un residuo clínico más, junto con el propio cordón y la placenta. Algunas personas creen de forma equivocada que nunca se va a poder utilizar la sangre de cordón para el propio niño, por lo que la alternativa ideal es la de la donación de cordón al banco público, para que de esta manera pueda beneficiarse un tercero.
Esta idea equivocada de que la propia sangre de cordón no sirve para trasplante y de que es mejor donar sangre de cordón viene motivada por el hecho incontrovertible de que la mayoría de los casos de leucemias (una de las enfermedades más comunes en los niños), son congénitas. Y como la sangre de cordón contiene ya el mismo defecto genético, no se puede usar ni para el propio niño ni para nadie. En estos casos se hace necesario recurrir a una unidad de donación de cordón compatible que haya sido donada a un banco público por un tercero.
Sin embargo, hay otros muchos casos en los que es posible realizar un trasplante autólogo (para el propio individuo). Y de hecho, es el tratamiento más recomendado y eficaz.
Estas son las probabilidades de necesitar un trasplante de las propias células madre de la sangre de cordón a lo largo de la vida, según un estudio realizado por la Dra. Frances Verter:
Enfermedad | Probabilidad | Tipo |
Trasplante hematopoyético hasta los 20 años de edad | 1 en 5,000 (0,05%) | Terapia estándar |
Lesión cerebral traumática | 435.000 por año en edades comprendidas entre 0-14 (en EEUU) | Ensayo clínico |
Pérdida de audición adquirida (prevalencia) | 1 en 8 (12.5%) en niños entre 6-19 de edad | Ensayo clínico |
Autismo (prevalencia) | 1 en 68 (1.5%) en niños | Ensayo clínico |
Parálisis cerebral (prevalencia) | 1 en 300 (0.3%) en niños en edades comprendidas entre 5-10 | Ensayo clínico |
Parálisis cerebral (incidencia) | 2 en 1.000 (0.2%) los recién nacidos a término | Ensayo clínico |
Parálisis cerebral (incidencia) | 2.2 en 100 (2.2%) en partos prematuros | Ensayo clínico |
Accidente cerebrovascular | 1 en 3.500 nacimientos (0,04%) | Ensayo clínico |
Diabetes tipo 1 (Tasa de diagnóstico) | 1.7 en 1.000 (0,2%) hasta 19 años de edad | Ensayo clínico |
Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico |
Enfermedad | Probabilidad | Tipo |
Trasplante hematopoyético hasta los 20 años de edad | 1 en 2500 en los EE.UU. | Terapia estándar |
Talasemia | 1 en 200 en la India (hasta 10% de algunas clases) | Terapia estándar |
Displasia Broncopulmonar | 1 en 4 (25%) en prematuros con menos de 1500 gr. de peso | Ensayo clínico |
Parálisis cerebral | 1 en 500 en recién nacidos a término en todo el mundo | Ensayo clínico |
Isquemia crítica de las extremidades | 2.5 en 1000 personas (más del 80% son diabéticos) | Ensayo clínico |
Tasa de diagnóstico de diabetes tipo I | 1.7 en cada 1000 en edades hasta 19 años | Ensayo clínico |
Desgarrado del cartílago de la rodilla | 1 en 10 en adolescentes | Ensayo clínico |
Nietfeld JJ, Pasquini MC, Logan, BR, Verter, F, Horowitz MM 2008; BBMT 14(3)316–322 doi:10.1016/j.bbmt.2007.12.493
Statistic 1 in 68 children are on the spectrum of autism related disorders is prevalence from CDC.
Statistics on occurance from Louw et al. Brit. J Sports Med 2008;42(1)2-10 doi:10.1136/bjsm.2007.035360
News report on Cartistem approval
Statistic 2 per 1000 full term births is incidence rate from Centers for Disease Control (CDC)
Statistic 2.2% of premature births from
van Haastert IC et al. Pediatrics 2011; 159(1):86-91 doi:10.1016/j.jpeds.2010.12.053
Statistic 1 in 300 children ages 5-10 is prevalence from CDC.
Statistics on occurance from Bitar, FG & Garcia, LA Vascular Disease Management 2010;7:E182-E184
Statistics on 1 per 1000 births with bilateral sensorineural hearing loss of at least 40 dB from
Smith, RJH, Bale Jr, JF, & White, KR. Lancet 2005; 365:879-90 doi:10.1016/S0140-6736(05)71047-3
Statistic: 12.5% of children ages 6-19 (5.2 million) suffer noise-induced hearing loss.
Niskar AS et al. JAMA.1998;279:1071-1075. AAP publications
Animal study: Revoltella RP, et al. Cell Transplant 2008;17(6):665-678 PMID:18819255
Sun JM et al. 2015; Pediatric Research doi:10.1038/pr.2015.161
Statistics 0.16-0.36 per 1000 live births from Fyler DC. Pediatrics 1980;65(2Pt2):375-461 (not on-line)
Statistics Hypoxic Ischemic Encephalopathy (HIE) 2 per 1000 are from
Smith, J. etal. BJOG 2000;107(4):461-6 doi: 10.1111/j.1471-0528.2000.tb13262.x
Liao, Y, Cotten, M, Tan, S, Kurtzberg, J & MS Cairo, MS 2013;
Bone Marrow Transplantation 48:890-900 doi:10.1038/bmt.2012.169
Statistics BronchoPulmonary Dysplasia (BPD) 25% babies born wieghing under 1500gm from
Van Marter LJ. Semin Fetal Neonatal Med. 2009;14(6):358-66 doi: 10.1016/j.siny.2009.08.007.
Statistics on occurence from Brain Injury Assoc. of America
Cox Jr., CS et al. Neurosurgery 2011; 68(3):588-600 doi: 10.1227/NEU.0b013e318207734c
Statistic 1.7 per 1000 ages birth-19 is prevalence from Centers for Disease Control (CDC)
Haller MJ, et al. Diabetes Care 2011;34(12):2567-9. PMCID: PMC3220832
Yong Zhao, et al. BioMed Central Medicine 2012; 10:3 doi:10.1186/1741-7015-10-3
Science Daily Report on diabetes reversal with the “Stem Cell Educator” containing allogeneic cord blood.
A continuación le presentamos algunos de los artículos científicos dónde puede ampliar información de los siguientes temas:
Presencia de células mesenquimales en la sangre de cordón:
Presencia de células hematopoyéticas en la sangre del cordón
– Cord blood stem cell transplantation – www.lls.org
Presencia de VSEL’s (very small embryonic like stem cells) en la sangre del cordón
– Chang et al. 2014. Cytotherapy 16:560-565
Presencia de células mesenquimales y USSCs en el tejido del cordón
– http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24460716
Se han realizado un millón de trasplantes hematopoyéticos a nivel mundial.
– http://www.bloodjournal.org/content/122/21/2133.full.pdf
El 47% de las muestras de sangre de cordón se han usado en terapias regenerativas
– Ballen et al. Bone Marrow Transplantation Umbilical cord blood donation: public or private 2015
Riesgo de rechazo en trasplante con sangre de cordón de donante no emparentado
– Bone Marrow Transplantation (2012) 47, 1186 — 1190
Enfermedad de injerto contra huésped tras un trasplante de sangre de cordón
Bone Marrow Transplantation (2013) 48, 1285–1290
1 de cada 3 personas necesitará terapia cellular a lo largo de su vida
Harris DT, Badowski M, Ahmad N, Gaballa MA – Expert Opin Biol Ther. 2007 Sep 1311-22.
Se han realizado más de 30.000 trasplantes de sangre de cordón en todo el mundo
http://www.nature.com/nbt/journal/v30/n4/full/nbt0412-304.html
La sangre de cordón es útil para tratar más de 80 enfermedades
Moise K Jr. Umbilical cord stem cells. Obstet Gynecol. 2005;106(6):1393-1407.
Hay más de 5.000 ensayos clínicos con células madre
https://clinicaltrials.gov/ct2/results?term=stem+cells&Search=Search
El trasplante de sangre completa es más efectivo que si se utiliza sangre reducida
Use of nonvolume-reduced (unmanipulated after thawing) umbilical cord blood stem cells for allogeneic transplantation results in safe engraftment T Hahn, U Bunworasate, M C George, A S Bir, W Chinratanalab, A R Alam, B Bambach, M R Baer, J L Slack, M Wetzler, J L Becker and P L McCarthy Jr
Durante los últimos 20 años han ido surgiendo varias publicaciones médicas que exaltan los beneficios para el bebé del pinzamiento tardío del cordón umbilical. La principal ventaja sería el aumento de los niveles de hierro en el recién nacido y la reducción del riesgo de anemia durante los primeros meses de vida. Tener un buen nivel de hierro es básico para el desarrollo cerebral durante los primeros años, y se ha comprobado que la mejor manera de aumentar la ferritina en la sangre del bebé es dejar que reciba toda la sangre que queda dentro del cordón umbilical, esperando algo más tiempo (en algunos casos, hasta que se colapsa) para realizar el pinzamiento y separar al bebé de la madre. Por eso algunos creen que es preferible el pinzamiento tardío del cordón umbilical. El problema es que cuando se realiza este pinzamiento tan tardío para permitir que el bebé reciba toda la sangre posible del cordón umbilical, ya no queda después más sangre en el mismo. Y por tanto, no hay posibilidad de almacenarla, bien sea para donación pública o para depósito privado. De modo que para conseguir una supuesta ventaja, tendríamos que perder la posibilidad de conservar el tesoro biológico que suponen las células madre del cordón umbilical. ¿Cómo resolver este dilema?
Para resolver esta dificultad lo primero es definir qué entendemos por pinzamiento “tardío” como contraposición a pinzamiento “temprano”. Normalmente, “temprano” se entiende entre 10 segundos y 1 minuto después del parto, mientras que “tardío” se entiende entre 30 segundos y 5 minutos. Sin embargo, no todos los expertos coinciden con las cifras. Un estudio del 2006[1]definía pinzamiento “temprano” el que se realiza entre los 10 y los 15 segundos tras el parto, y “tardío”, aquel que se realiza una vez pasados 2 minutos o más. Otro estudio[2] parecido, más reciente, define “temprano” como menos de 15 segundos y “tardío” como más de 1 minuto después del nacimiento. Como se puede ver, no hay unanimidad en la definición de los conceptos de “temprano” y “tardío”. Esto añade una dificultad importante para defender una postura o la contraria.
La Asociación Americana de Ginecólogos y Obstetras (ACOG) dijo en el año 2012[3]: “Actualmente no existe evidencia científica suficiente para justificar las ventajas o inconvenientes de retrasar el pinzamiento del cordón umbilical en partos a término producidos en maternidades con recursos de tratamiento. No obstante, retrasar el pinzamiento del cordón umbilical hasta 60 segundos puede ser beneficioso para aumentar los niveles de hierro en sangre y el volumen total de sangre del bebé…” Unos años antes [4] la Asociación Canadiense de Ginecólogos también recomendaba retrasar el pinzamiento del cordón umbilical hasta 1 minuto después del parto en el caso de bebés prematuros (<37 semanas).
En España, La Guía de Práctica Clínica sobre Atención al Parto Normal[5] publicada en el 2010, sugiere el pinzamiento del cordón umbilical a partir del segundo minuto o tras el cese del latido del cordón umbilical. Sin embargo, también señala que no existe evidencia suficiente que sugiera que el momento del pinzamiento tenga impacto en la incidencia de hemorragia posparto. Y propone como una línea de investigación futura ampliar el conocimiento sobre el momento adecuado del pinzamiento del cordón umbilical para lograr un correcto balance riesgo-beneficio del niño y de la madre.
Todos los estudios sobre pinzamiento tardío del cordón umbilical señalan la ventaja de esta práctica por sus resultados en cuanto a los niveles de hierro en el bebé y a un menor riesgo de anemia ferropénica durante los primeros meses de vida. Sin embargo no hay unanimidad en los estudios en cuanto a la propia definición de “nivel de hierro” ni sobre cuál debería ser su nivel adecuado. Además, en los estudios citados ni siquiera hay coincidencia en los niveles de hierro alcanzados en los grupos con pinzamiento tardío y temprano. Una de las razones que podría motivar esta diferencia sería los niveles de hierro, no de los bebés, sino de sus madres… Para mayor complicación, los estudios mezclaban madres de países con bajos recursos (India, Libia, México…), junto con madres de EEUU, de diferencias económicas y de nivel de vida evidentes. Sólo uno de los estudios realizado en México[6] analizaba la influencia de los niveles de hierro en la madre, descubriendo que este era el factor más determinante sobre los niveles de hierro del bebé, sobre todo cuando la madre tenía <9µg/L.
No obstante lo anterior, en un estudio realizado en Suecia en el año 2011[7], donde se midieron los niveles de ferritina a los cuatro meses de nacer en dos grupos de bebés, con pinzamiento temprano (15 segundos) y tardío (>3 minutos), los autores demostraron que había mejores niveles de ferritina y menores casos de anemia ferropénica en el grupo de pinzamiento más tardío. Esto vendría a justificar la tesis de que sería preferible esperar a cortar el cordón umbilical, aunque ello impidiera recoger las células madre. Sin embargo, al repetir el análisis a los 12 meses de vida se encontraron con que no había diferencia alguna entre ambos grupos en cuanto a los niveles de hierro y anemia. Por si acaso, y dado que los niveles de hierro son críticos para el desarrollo cerebral, los investigadores también comprobaron el desarrollo neurológico de los niños, pero tampoco encontraron diferencias significativas en ambos grupos. Este análisis del nivel de desarrollo neurológico se volvió a repetir a los 4 años. Y se comprobó de nuevo la inexistencia de diferencias significativas entre ambos grupos. Por tanto, se puede afirmar que no es cierto que un pinzamiento temprano tenga como consecuencia un impacto en la disminución de los niveles de ferritina en el bebé a medio-largo plazo, ni tampoco en su desarrollo neurológico.
Mucha gente cree que un pinzamiento temprano del cordón umbilical se relaciona con la aparición de problemas de ictericia en el bebé, pero la realidad es que no existen estudios que lo demuestren. Seguramente hay factores más importantes para decidir cuándo se debe cortar el cordón umbilical, como por ejemplo, tener en cuenta cuándo el bebé empieza a respirar por sí mismo. En ciertos casos, un pinzamiento tardío podría incluso provocar un efecto contrario al deseado: Que parte de la sangre del bebé regrese de nuevo a la placenta, disminuyendo con ello el volumen total de sangre del bebé. También se observa que existe un aumento de niños con policitemia (producción exagerada de glóbulos rojos) entre los casos de pinzamiento tardío[8].
¿Sería posible retrasar entre 30 segundos y 1 minuto el pinzamiento del cordón umbilical para conseguir que el bebé pudiera recibir el aporte extra de sangre, y a la vez lograr que se pudiera recoger la sangre que todavía queda en el cordón umbilical?
El 80% de la sangre que hay en el cordón umbilical entra en el bebé en el primer minuto tras el parto. Por tanto, mantener al bebé “conectado” a la madre durante más tiempo no se traduce en un aumento significativo de la sangre que éste vaya a recibir. Si tenemos en cuenta que, como hemos señalado, no hay diferencias significativas en bebés a término en cuanto a sus niveles de ferritina a medio-largo plazo ni en su desarrollo neurológico, podemos concluir que no es necesario mantener más de 1 minuto al bebé tras el parto sin cortar el cordón umbilical. Por el contrario, hacerlo así podría llegar a resultar contraproducente. Al cortar el cordón umbilical en un tiempo máximo de 1 minuto tras el parto, todavía queda la opción de recoger la sangre que queda dentro de él, y que es una rica fuente de células madre. Al hacerlo así se logra que el bebé reciba la cantidad adecuada de sangre y permite beneficiar al niño o sus familiares al conservar las células madre de la sangre del cordón umbilical, si se guardan privadamente, o a un tercero, si se donan a un banco público y finalmente son procesadas y almacenadas allí.